Debut con sabor a poco

Tras el receso estival, Los Albos de Córdoba se reencontraron, aunque no todos y ni siquiera la mayoría de ellos. La vorágine de la ciudad cordobesa los empujó, casi obligándolos, a participar de un torneo relámpago de Fútbol 7, organizado por la Liga Jujeña de Fútbol.
La cita fue el jueves 12, y buscando refuerzos a última hora, Los Albos pudieron, a las 23, llegar a un plantel, medianamente presentable con ocho jugadores.
Un primer tiempo que encontró a Los Albos mostrando buen fútbol y presión en las marcas, tanto así que los rivales casi no llegaron a inquietar al arquero debutante.
Con esto era claro que tarde o temprano iba a llegar el gol, y no sorprendió cuando después de una jugada por el lado izquierdo, llegó el Mattu por el derecho y marcó el primergol del partido.
Así, con un gol de diferencia, se fueron ambos equipos al descanso.
El segundo arrancó también de manera positiva para los “millonarios”, la concentración continuaba y a pesar de haber entregado un poco de protagonismo al rival, se mantenía el orden. De esta manera llegó el gol, tras generarse como en el primero una jugada por izquierda, en donde Sanchito toca al medio hacia el Exe, y éste rápidamente habilita a Lobito que desde fuera del área cruza el derechazo marcando el segundo para los “millo”.
Parecía todo concluido, “negocio cerrado” dijeron algunos. Y Los Albos comenzaron a enflaquecer en las marcas, era claro, el rival era muy superior físicamente. El desgaste en el primer tiempo y en el principio del segundo fue demasiado, y no tardó en llegar el descuento.
Ese descuento le inyectó al equipo contrario una gran dosis de confianza y esperanza que hasta ahí no tenían.
Los ataques eran diluidos uno tras otro a un equipo albiceleste que no sabía entonces cómo hacer para que los minutos corran más rápido. Además el cansancio y la falta de estado físico de Los Albos comenzaban a sacar factura.
Cuando faltaban segundos para terminar, parecía que se había conseguido el objetivo, que el 2 a 1 se había podido mantener pese a la presión rival.
Pero una vez más la mala suerte, y la falta de concentración, le quitó al equipo de unos muy importantes tres puntos.
Un jugador rival encontró la pelota, luego de una serie de rebotes, y de un chutazo, el cual el arquero no pudo contener, decretó el 2 a 2 final.
“Por lo menos no se perdió”, manifestó desde Salta Agustín Adamo, goleador del equipo. Y si, hay que darle la razón, no se perdió, pero queda el sabor amargo de tener en la mano el triunfo y que se te escapen por unos segundos.
Habrá que reforzar un poco más el equipo, ya que sólo había un relevo en el banco de suplentes, tener un poco más de concentración en las marcas y aprender a aguantar la pelota un poco más adelante, lejos del arco propio.